domingo, 27 de julio de 2008

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lunes, 30 de junio de 2008

Description : The Girl


It's a girl with red dress with white shirt with black shoes with white socks rasa red hair is black and blue belt and has red mouth is the medium has big eyes and is cachetona and has a green background and has hair like a melena.







lunes, 24 de marzo de 2008

se declaro culpable

Declarado culpable
Este sábado, un tribunal oral de Santiago selló la suerte de Jorge Tocornal3. Después de tres semanas de juicio, dos de tres magistrados le creyeron a un niño de 11 años, quien acusó a su padre de atacarlo sexualmente.
Que un niño dibuje a su padre como un demonio o lo califique como su peor pesadilla es un síntoma de que algo no anda bien. Deben haber pocos amores tan incondicionales como el de los hijos hacia sus padres. Y generalmente este se pierde cuando hay episodios de violencia extrema.
J. A. T. P. de 11 años vivió esa terrible experiencia y en las últimas tres semanas revivió nuevamente lo que por mucho tiempo debió soportar: su Padre, Jorge Tocornal Babra, ex subgerente de la banca Vip del banco BBVA, lo violó en reiteradas ocasiones entre julio y noviembre de 2005. Pero no fue el único, porque su hermano chico, de seis años, también resultó ser víctima de los extraños hábitos de su progenitor, quien lo determinaba (ordenaba) para realizar actos de significación sexual de manera de lograr su propia excitación.
Así lo estableció recién este sábado la justicia. Después de tres semanas de un paseo que parecía interminable de peritos, profesionales, testigos y las propias víctimas, con jornadas de interrogatorios de hasta siete horas, el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo declaró culpable de ambos delitos y ahora espera escuchar la sentencia, el próximo 13 de noviembre.
Por el de violación, arriesga una pena que va desde los 5 años y un día a los 20 años de cárcel, sin beneficios. Por el segundo ilícito, podría quedar privado de libertad entre tres años y un día a cinco años.

Detenido en diciembre del 2005
La madre de los menores, Carolina P., presentó una denuncia y una querella en su contra, alertada por el relato de una de sus nanas que escuchó la terrible confesión de J.A.T.P.
Tocornal estuvo en prisión, en el Centro de Detención Preventivo de Santiago (ex Penitenciaría), por 25 días. Sus abogados defensores lograron sacarlo en libertad provisional. Pero dicho beneficio se terminó el día del veredicto, 4 de noviembre. El tribunal ordenó mantenerlo en prisión, nuevamente.
Declarado culpable
Este sábado, un tribunal oral de Santiago selló la suerte de Jorge Tocornal. Después de tres semanas de juicio, dos de tres magistradas le creyeron a un niño de 11 años, quien acusó a su padre de atacarlo sexualmente.
Nación Domingo
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Que un niño dibuje a su padre como un demonio o lo califique como su peor pesadilla es un síntoma de que algo no anda bien. Deben haber pocos amores tan incondicionales como el de los hijos hacia sus padres. Y generalmente este se pierde cuando hay episodios de violencia extrema.
J. A. T. P. de 11 años vivió esa terrible experiencia y en las últimas tres semanas revivió nuevamente lo que por mucho tiempo debió soportar: su Padre, Jorge Tocornal Babra, ex subgerente de la banca Vip del banco BBVA, lo violó en reiteradas ocasiones entre julio y noviembre de 2005. Pero no fue el único, porque su hermano chico, de seis años, también resultó ser víctima de los extraños hábitos de su progenitor, quien lo determinaba (ordenaba) para realizar actos de significación sexual de manera de lograr su propia excitación.
Así lo estableció recién este sábado la justicia. Después de tres semanas de un paseo que parecía interminable de peritos, profesionales, testigos y las propias víctimas, con jornadas de interrogatorios de hasta siete horas, el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo declaró culpable de ambos delitos y ahora espera escuchar la sentencia, el próximo 13 de noviembre.
Por el de violación, arriesga una pena que va desde los 5 años y un día a los 20 años de cárcel, sin beneficios. Por el segundo ilícito, podría quedar privado de libertad entre tres años y un día a cinco años.

Detenido en diciembre del 2005
La madre de los menores, Carolina P., presentó una denuncia y una querella en su contra, alertada por el relato de una de sus nanas que escuchó la terrible confesión de J.A.T.P.
Tocornal estuvo en prisión, en el Centro de Detención Preventivo de Santiago (ex Penitenciaría), por 25 días. Sus abogados defensores lograron sacarlo en libertad provisional. Pero dicho beneficio se terminó el día del veredicto, 4 de noviembre. El tribunal ordenó mantenerlo en prisión, nuevamente.
Carolina P. se había separado, anulado y divorciado eclesiásticamente de Tocornal el 2003. Desde esa fecha en adelante, los niños quedaron bajo la custodia de ella. Después de un tiempo, un tribunal de menores estableció un régimen de visitas dejando que sus hijos pudieran estar con su padre un fin de semana, cada quince días.
Así ocurrió ininterrumpidamente hasta la fecha de la denuncia. Durante el juicio, una a una las personas que más cerca estuvieron de los pequeños relataron los episodios de alteración en los estados de ánimo de aquellos, especialmente de J.A.T.P. Tras volver de aquellos días con el padre, el menor se deprimía, se hacía pipí en la cama y tenía un mal comportamiento en los colegios donde estudiaba. Desde la fecha de la separación, ambos niños pasaron por cuatro establecimientos distintos.

Las lesiones imborrables
Los abogados defensores intentaron infructuosamente demostrar que el mayor de los hermanos no era un niño “normal” y que dicha situación lo hacía pasar por dichos estados de ánimos.
J.A.T.P. fue interrogado por más de ocho personas (sicólogos, siquiatras, abogados, fiscales, y los propios jueces), respecto a la traumática experiencia y siempre sostuvo lo mismo.
En su alegato de clausura, después de que el Ministerio Público y la defensa examinaron a todos los testigos, profesionales, policías y peritos, el fiscal Rodrigo de la Barra relató parte de lo sucedido: “que el papá le ponía el pirulín en el poto, y le metía el pirulín en el poto, que le abría el poto con una linterna, que esto le dolía, que obligaba a J. (el hermano menor de mismas iniciales) a chuparle su pene, que lo amenazaba constantemente y los obligaba a guardar secreto”.
Por ello, de la Barra sostiene que el niño ha sido capaz “de traspasar médicos, sicólogos, siquiatras fiscales y se han mantenido en forma estable, libre de manipulaciones, lo que da cuenta de una dolorosa verdad que ha afectado el desarrollo normal de estos menores”.
Previo a la denuncia ante la fiscalía, la madre hizo examinar al mayor de sus hijos ante dos médicos. Uno de ellos fue el pediatra Jorge Torres Torreti, quien pudo evaluar al menor y constatar las lesiones anales que presentaba el niño.
El facultativo, incluso, sugirió a Carolina la presencia de una situación anormal que había que denunciar.
Ante el tribunal, el profesional sostuvo que el menor presentaba a la fecha de la consulta un “ano complaciente”, característico de la penetración de un objeto.
El otro especialista consultado fue el conocido siquiatra Sergio Canals. Analizó a los dos menores mucho antes de la denuncia y pudo constatar alteraciones en junio de 2005. Ante el diagnóstico, le sugirió a la madre que debía tomar acciones cuanto antes.
Hecha la denuncia, en diciembre del año pasado, los menores fueron sometidos a pericias por facultativos del Servicio Médico Legal, las que fueron refrendadas en informes y ante el propio tribunal.
Interrogado por la fiscalía y por los abogados de la defensa, el doctor especialista en medicina legal, Ricardo Díaz Serani informó acerca de la presencia de “lesiones visibles, zonas blanquecinas correspondientes a cicatrices” en el ano del menor de 11 años.
La defensa cuestionó estos informes mediante otra pericia y la presencia en el tribunal del médico forense Luis Ravanal (el mismo que también entregó un informe alternativo que cuestionó la causa de muerte de Rodrigo Anfruns). El especialista sostuvo que no era factible determinar las lesiones a simple vista y que era necesario practicar exámenes con instrumentos.

La defensa y sus dudas
En los alegatos de clausura realizado el viernes 3 de noviembre, la defensa durante una hora y 16 minutos planteó “siete dudas razonables” para intentar derribar la acusación.
La defensa cuestionó la existencia de la lesión anal del niño; que no se determinara con certeza el objeto causante de las lesiones. Asimismo, puso en duda la identificación del autor de las lesiones. Además, cuestionó la credibilidad de los dichos de los menores y las “ganancias secundarias” referidas a este caso (que provendrían de un supuesto complot urdido por la madre de los menores). Los abogados de Tocornal impugnaron el perfil sicológico del supuesto abusador y, por último, calificaron de “prejuicio y sesgo la investigación llevada por el Ministerio Publico”.
Sobre la existencia de las lesiones, los abogados defensores pusieron en duda la calidad del especialista del SML que acreditó las lesiones ante el tribunal. Manifestaron que no era posible que un ginecólogo pudiera establecer un diagnóstico, que no sería propio de su especialidad. También cuestionaron que no se tomaran muestras biológicas y que no se elaborara una hipótesis alternativa, como también que no se determinaran las dimensiones de las cicatrices encontradas al menor.
En su estrategia, la defensa también esgrimió que “no hay ninguna prueba material, ninguna textura, género en el cual conste una evidencia o prueba de un componente biológico que pueda acercar la presencia peniana al ano de J”.
Atribuyó a un prejuicio del Ministerio Público el hecho de que no se trabajara con hipótesis alternativas, porque ideó “una organización más bien destinada a perseguir a Jorge Tocornal Babra más que a determinar que había ocurrido con los hechos”.
Cuestionó que no se investigara a la actual pareja de la madre de los niños, que vive con ellos; que no se investigara a un profesor de gimnasia del último colegio del menor, que actualmente se encuentra formalizado por el delito de abuso sexual.
Veredicto: culpable
Finalmente la decisión no fue fácil para el tribunal. Tras finalizar el juicio oral, las juezas Marcela Urrutia, Olga Fernández y Doris Ocampo trabajaron 10 horas seguidas en determinar el veredicto en el Centro de Justicia.
En el caso de la violación de J.A.T.P. y por el delito de “determinar a un menor a realizar actos de significación sexual”, Tocornal fue encontrado culpable con el voto en contra de Doris Ocampo.
Al voto favorable, se agrega que el ex ejecutivo fue absuelto por unanimidad por el delito de abuso sexual.
Lo que queda es conocer la sentencia, los argumentos y lo que hará la defensa de Tocornal. Lo más seguro es que interponga, después del 13 de noviembre, un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Santiago que busca anular el juicio. De conseguirlo, tendría que repetirse con otros jueces. Sin embargo, de llegar a la misma conclusión, la condena se aplica sin objeciones. Habrá que ver. LND
Objeciones
La defensa presentó como perito al sicólogo personal de Jorge Tocornal, Fernando Alliende quien renunció al secreto profesional para entregar su testimonio. Tras una hora y 5 minutos de interrogatorio, se registró el siguiente incidente por la formulación de una sola pregunta:
Defensa: ¿ha encontrado en su relación profesional con el señor Tocornal indicadores de perversiones sexuales?
Fiscal: objeción a la pregunta.
Presidenta: le recuerdo que está interrogando.
Defensa: ¿hay algún nivel de desviación...?
Presidenta: usted le está entregando el tema y la pregunta tiene que ser abierta, muy general, porque está limitando al testigo a un tema que él no ha referido.
Defensa: ¿nos podría ahondar en el concepto que ha usado de normalidad en la conducta sexual del señor Tocornal?
Fiscal: objeción su señoría, el testigo no ha usado en ningún momento el concepto de normalidad, en ninguna frase.
Defensa: retiro la pregunta y la reformulo.
Presidenta: por favor.
Defensa: usted ha señalado que en relación a la sexualidad del señor Tocornal no ve alteraciones en cuanto al objeto sexual, en cuanto a su reacción al estímulo y particularmente ha contestado, en relación a determinados objetos sexuales, por ejemplo el fetichismo. en relación a otras variaciones en cuanto al objeto sexual...
Fiscal: su señoría voy a tener que objetar por ser una pegunta confusa, es más de una pregunta en una misma formulación.
Presidenta: reformula, mantiene o retira. Una sola pegunta.
Defensa: en relación a alteraciones con el objeto sexual de don Jorge Tocornal ¿ha encontrado algún otro indicador que nos pueda dar?
Testigo: la respuesta sexual es normal.